El Principio Hermético nos persigue allá donde vamos: sí, aquello de Los Dos Somos Uno. Qué insistencia...
Tienen cierta tendencia al emparejamiento carnal los Pyrrhocoris apterus, de manera que en el suelo urbanizado de un tramo del GR-99 o Camino del Ebro los encontramos de esta guisa: alguno hay sin pareja que a punto ha estado de ser pisado por una bota humanoide, pero con nuestra rápida intervención no solamente se ha salvado de morir aplastado sino que ha pasado a ser inmortalizado en soporte fotográfico. Un Hemíptero solo pero con suerte.
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