Ya no hay zapateros remendones en este mundo de usar y tirar. ¿Se estropea algo? Pues se compra nuevo.
O no.
No estoy dispuesta a deshacerme de unas botas que me gustan y que me acompañan desde hace años porque se hayan desgastado los tacones. Así que les ponemos unas tapetas hechas recortando el caucho de un neumático usado.
Listas. A seguir caminando.
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