De extraordinaria belleza y elegancia, la libélula negra, Calopteryx haemorrhoidalis, nos sorprende en la Vall Major. Su vuelo nos despista: parece más una mariposa, con las alas hacia arriba y trayectoria vacilante, que un Odonato. No deja que nos acerquemos mucho: aunque nada debe temer de nosotros, hace bien: los humanoides no son un buen compañero de viaje.
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