Durante esta campaña electoral, casi nadie ha hablado nada de política en mis redes sociales. Tampoco en las tertulias amicales. Silencio, no sea que los antidisturbios llamen a la puerta de tu casa a las cuatro de la mañana y te lleven a Madriz acusado de hacer bombas con el nitrato de abonar el huerto.
Pero hoy sí: hoy ha estallado la ira, el insulto, la zozobra. A buenas horas, mangas verdes - dice el refrán.
Porque no debéis olvidar que los votos no los emite un bot ni un algoritmo, sino personas. Acaso tu vecino, sí, ese señor sonriente o la vecina del quinto, ha votado a VOX. Alguien tangible, humano de hecho. Pero hay que tener redaños para enfrentarse a una persona, no a una idea o a una entelequia, ¿verdad?
La cuestión es que para cambiar, hay que hacer. Menos palabras y más cantos rodados en la mochila por si viene un gilimango a violarte. Se le abre la cabeza y punto. Uno menos. Y así con todo.
Se acabó el tiempo de la sang d'orxata y de som gent de pau. España está fragmentada en decenas de pedazos como un espejo roto. Devuelve imágenes distorsionadas, incompletas, dañinas.
España ha muerto. ¡Viva España!
Haha! Peligrosa somnolencia.
ResponderEliminarNo hay wembleis de colgar la estelada en el escaparate y decir que tú eres Tsunami...
EliminarEl buen mercader escucha, observa y da la razón a todos y a cada uno. No más noches de los cristales rotos.
ResponderEliminarTienes razón. El Tsunami más efectivo es el interior...
EliminarTe mando una foto de mi vecino con una estelada puesta en su balcon cuando quieras yo tengo la de la republica aqui en Salar en Granada
ResponderEliminarPues sois bien valientes. ¡Sois los mejores!
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