Me ha llamado la atención esta historia. Es curiosa, y dice así: los aborígenes australianos tienen un poste que consideran sagrado y trepan por él en determinadas ocasiones. Simboliza para ellos el eje del mundo y cuentan que, cuando en el pasado se rompió, la comunicación con un ente "sagrado" se interrumpió.
Es como si fuera un recuerdo de algo ancestral, de "algo" que se averió y ya no había nadie que lo supiera arreglar...
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