Mientras Homo sapiens degenera y se descompone física y moralmente, algunos miramos al cielo y a la tierra y vemos cositas buenas.
Vamos controlando la evolución de la vegetación en los bosques quemados. Os damos la alegre noticia del crecimiento de nuevos pinitos a partir de los piñones que salieron despedidos de las piñas con el calor del fuego que abrasó a sus mamis. Un palmito de altura tienen.
Todo es equilibrio: para que la Tierra se regenere, su plaga debe tomar de su propia medicina, sufrir como ella hace sufrir a los demás seres vivos y ser eliminada.
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