Una bajada a la sensatez hace que matice: no plantaré nada si no llueve lo suficiente como para ablandar la tierra a una profundidad adecuada. Que ya estoy hasta los wembleis de regar. Me canso mucho, como si tuviera long Khubit.
Uy, a ver si...
Y mientras tanto, las nubes se retuercen en oblongas y colgantes formas. Estas de ayer fueron un espectáculo: cenamos sentados en el pradillo, frente al horizonte.
Precioso atardecer.
ResponderEliminarTener el privilegio de observar y admirar esta panorámica no se tiene en cualquier sitio. Siéntete como una Diosa. Besosss
Qué bonito ha sido.
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