Caballitos medievales. Está todo lleno de criaturas: yo no sé de dónde sacan la historia de que se extingue la especie.
Batea y sus calles trazadas con sabiduría nos acogen sombreadas. Aquí la colaboración vecinal con plantas.
Los gigantes sonríen porque todo está muy animado.
Y después de saludar a gente conocida y conocer a gente nueva, pues a descansar.
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