Anda el patio revuelto a causa de la prohibición de vender hojas de estevia, tanto en verde como seca. A uno en concreto, Josep Pàmies, se le va a caer el pelo, porque ya le han advertido desde la omnipotente administración que se lo van a quitar todo, a saber, dinero y negocio, si persevera en la venta de esta planta tan curiosa.
Ya comentamos una vez hace años que el problema radica en que su potencial endulzante compite con Azucarera Española. Ahora, además, afirman que tiene tantas virtudes terapéuticas que la gente ansía consumirla en cantidades industriales: y ahí nace un nuevo conflicto. Con la industria hemos topado y por lo tanto con los intereses de mercado.
Sin embargo, remarcamos que el cultivo de la planta no está prohibido: la venden en grandes superficies. Así que, como siempre, optamos por instar a la autosuficiencia: ya que comprar está prohibido, cultivad. Unos buenos parterres de estevia, maceteros, bancales...y no habrá que gastarse el dinero ni se delinquirá. Lástima de IVA...
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