Ya se veía venir que iba a haber un tormentazo de coxones. Y vaya si lo ha habido... Mi pluviómetro marca 31, pero en el pueblo me dicen que 60. En dos horitas. Un festival diabólico de truenos y rayos muy extraño, otra vez ese trueno continuo de fondo.
Para resarcirse, son necesarias unas buenas patatas a la aragonesa. Cebolla, ajo, aceite. Se sofríen. Se añade la patata cortada a pellizcos. Se sala y se pone pimiento rojo. Un par de vueltas y se echa caldo. Que se cueza un rato. Y se corona con huevos fritos.
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