miércoles, 6 de julio de 2022

LAS TROMPETAS DE JERICÓ

 Esta mañana he visto interrumpida mi batalla contra los perniciosos insectos que proliferan empujados por las temperaturas tan altas y la escasa lluvia que no arrastra los huevos por dos sonidos provenientes del cielo tormentoso; pavorosos bramidos de una garganta antigua y vengativa cual trompetas de Jericó. Dos trallazos ha pegado de tal guisa, así que con calma he dejado todo lo que estaba haciendo y me he metido debajo de la cama. He cerrado los ojos y he cruzado las manos sobre el pecho, como Javier Sierra en el sarcófago de la pirámide de Keops cuando fue a pasar una noche dentro.

No me ha sido revelado ningún arcano, pero por lo menos me he quedado recogida. Por cierto, mucho ruido y apenas unos pocos litros. Seguimos con un entorno insoportable. 

No hay comentarios: