📷 Wikipedia
Hace muchos muchos años, un león y una mona se enamoraron. Esta relación parecía imposible, pero el león le pidió ayuda al dios Hai-ho. Hai-ho le dijo al león que tendría que reducir su tamaño y perder esa prestancia que adorna a los grandes felinos. El león accedió y de la unión de éste con la monita nació el Pekinés, que heredó de su madre la gracia, la inteligencia y el afecto, y de su padre el porte y la expresión orgullosa.
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