PLUS ULTRA: CAVALLERS

Y es que no tenemos remedio...después de caminar siete kilómetros de Taüll a Caldes de Boí, y de triscar alegremente por la planicie de las fuentes sulfurosas y calentonas, digerido ya el pollo con patatas asadas, nos miramos y...¿vamos a Cavallers? Pues vamos...total, ¿qué son tres kilómetros y medio de subida y la correspondiente bajada? ¿Y luego los otros siete hasta Taüll? Ná de ná...
El camino es a elegir entre la pista asfaltada y la senda que nos recomienda el guarda del Parque Nacional. Tomamos, claro, la senda escabrosa que nos lleva al mismo lago. Rodeados de un cielo amenazador, que aún así, se mantiene...parece respetar nuestro ascenso. Que es fantástico: la senda transcurre por una especie de pantanitos acuosos que nos dirigen a un caos rocoso de primer orden. El tramo final es lo más empinado, como suele suceder en los caminos pirenaicos. Pero el premio es llegar a un lugar que parece el final...pero no lo es. El pantano de Cavallers no es la meta: es la partida hacia el corazón del Parque, hacia l´estany Negre, hacia Riumalo, el Pontarró d´Espot, la vall d´Escrita...caminos milenarios, oxígeno puro que entra en nuestra sangre y nos vitaliza, aire límpido como la mirada de un fauno.