Que no mallazo.
He estado esperando todo un mes para hacer esta broma...todo dependía de si en mayo seguía lloviendo como en los cuatro primeros meses de este año...
Y sí, la verdad es que esto está resultando una maravilla meteorológica: 60 litros por metro cuadrado este mes, con unas temperaturas de lujo que han conseguido que hace dos días dudáramos si encender o no la estufa...pero como ya la habíamos guardado, aguantamos estoicamente ese fresco primaveral arropándonos con una manta, de nuevo.
Esto parece Asturias.
Y me viene a la memoria el recuerdo de nuestro querido vasco Mikel, que los tres años que aquí estuvo lidió con una de las mayores sequías que se recuerdan, amén de desecarse con los calores reinantes; tal fue el caso que marchó de aquí hacia su tierra con descamaciones varias y pápulas diversas que casi acaban con él. Ha sido irse y renacer la cosa. En fin...
La lástima es que las tormentas se han cargado la mitad de la cosecha de cerezas de la comarca, no por granizos, sino porque ya en plena maduración, con tanta agua que absorben los arbolillos, el fruto revienta literalmente. Están buenas igual, pero se tienen que comer pronto, porque sino se enmohecen.
Y la cosa sigue tormentosa...ahora parece que el domingo pintan bastos. Seguiremos informando.
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