jueves, 17 de septiembre de 2020

A LUZ

Está naciendo un mundo donde lo humano y lo social irán de la mano -no en contra- de la Tierra. Los daños al planeta se transfieren al ser humano. El cambio ya ha dejado de "poder ser" gradual y ha estallado la crisis profunda y brutal, pero a la vez sanadora. Es una renovación.

La imposición sin apelación posible de los criterios ortodoxos de la estructura urbana industrial sobre las personas es la génesis de la tristeza, la depresión, la frustración. Esto lo hace el sistema a todos los niveles: casa, escuela, trabajo, en toda relación con lo oficial.

Cada uno de nosotros forma parte de un impulso compartido, de un camino que transitamos muchos, acaso sin reconocernos antes de pisar el sendero que nos lleva a la comprensión de que la Tierra que nos sostiene somos nosotros mismos, todos y cada uno de los caminantes .


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