A ver qué quieren estos hermanos...
No me digáis que no estoy majica aquí haciendo mis guruyismos. Entre el vestidico, las rastas y los medallones energetizados estoy de lo más.
Una amiga mía, energetizada perdida donde las haya, dice que va a instaurar en su sisquella un Centro de Energías Telúricas Alternativas para el Autoconocimiento Personal.
Yo más bien optaría por un restaurantito de esos de enjundia, en la que por un platito de mignardises te cobran 60 euros y encima quedas como Dios si tienes que invitar a alguien de mucho compromiso. Eso, y el vinito tinto de La Palma d'Ebre, que de tan negro es opaco y espeso, pienso que sería el rien-ne-va-plus de la alta gastronomía sisquellana. Al tiempo.
2 comentarios:
No es por asustar, pero yo diría que se te ve un estigma en la mano izquierda.
¿El Palmar de Troya, tal vez?
Hombre, de momento Palmar no tenemos, tenemos una Palma, pero a la Troya sí.
Eine gutte idee...
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