Más lejos...cuando se conoce el entorno, para ver cosas, lugares, paisajes...hay que ir más lejos, más lejos...aunque nos cueste, nos duela.
¿Os acordáis del Nilín, aquella pequeña corriente de agua que corría hacia algún valle lejano, y del cual nos esforzamos en encontrar sus fuentes?...allí se divirtió Gresca, la Temible Yorkshire, por allí retozó Kira en sus tiempos de esplendor...ahora me duelen más cosas a mí también.
Pero no importa. Porque...la pregunta aparece. ¿Qué hay más abajo, más allá...?
Así que cogemos la mochila y allá que nos lanzamos, barranco abajo. Troya y Boli, los restos de la Guardia Pretoriana. No, no debo ser tan sentimental, porque me hago daño en el corazón...quiero llorar. Pero no. Sigamos.
Y caminamos, y caminamos...durante un par de horas. Y llegamos a un valle hermosísimo. Aquí el Nilín ya no es tal: ha formado unos pequeños estanques en donde Troya se mete a nadar, sin tardanza alguna. Peces rojos...peces grises...
Los campos están agostados ahora. Pero en primavera, y en otoño, si llueve, lucirán hermosos...hay ganado por aquí, se oye una granja algo más allá...y se ven las cagaditas de tal vez ovejas...o cabras.
Volver. Hora de volver, porque el sol está ya alto y pica este fin de semana. Pero no quiero volver, me cuesta volver...digo que porque es subida, durante todo el trayecto, y al final la pendiente es pronunciada. Pero no, no es eso: cuesta volver porque en el fondo, quisiera ir más alla.
2 comentarios:
Hola amigos , que bonitas imágenes .Los Dioses bendicen a la gente que van buscando el camino de ese más allá y creo que poder observar esas panorámicas y poder disfrutar de ellas es algo maravilloso . Recibe saludos .
Los recibimos con agrado, Candela, siendo como vienen de ti. Y ahora que el tiempo ya se ha templado es el momento de las excursiones. Es un placer descubrir nuevos rincones. Desde luego es la esencia de la vida.
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