La mentalidad de las personas es en parte producto de su entorno. Qué diferente es la manera de pensar de los humanos que se dedican a la agricultura de la forma de entender de los que basan su modo de vida de la ganadería. No diré ni mejor ni peor: digo diferente.
Me acuerdo de aquellos westerns en los cuales los agricultores ponían alambradas de pinchos y las vacas cuernilargas de los ganaderos se enredaban en ellas...enfrentamientos, peleas...el agricultor ha desarrollado el sentido de pertenencia, de límite, de frontera, de posesión. Su subsistencia depende de que las condiciones de su medio permanezcan lo más estables posible. El sentido de la propiedad es producto de la civilización agrícola.
El ganadero es un ser sin fronteras: los pastos suelen ser comunales, los ganados se mezclan en el monte. No hay límites, más allá de los razonables: huertas y sembrados deben respetarse. Está más desarrollado el sentido de la colaboración: se presta ayuda quizá con más presteza, por ejemplo en la matanza del cerdo: ceremonia itinerante que reúne familias, clanes, pueblos.
Todo tiene su qué, todo tiene sentido: si es, es porque puede ser.
Foto: caballos en el Pirineo de Huesca.
2 comentarios:
Estos caballos me suenan......¿?¿
Por cierto esto del captcha es necesario¿?¿? es que molesta un poco..
Sin el código chapchap ese se llena todo de comentarios de spam....
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