Es el licor de Odón productor de visiones y experiencias extáticas variadas. De hecho era consumido al parecer por la ínclita Santa Teresa y por su amigo y compañero del alma San Juan de la Cruz. San Ignacio de Loyola no les iba a la zaga. Se dice que fue una tasquilla mugrienta donde se servía este licor lo que proporcionó la fama y excelencia al monasterio de San Millán de la Cogorza. Y eso de que los caballeros del Temple construían sus castillos e iglesias al albur de telurismos varios...va a ser que no: lo que buscaban era la ruta que les conduciría al lugar en donde se destila el licor arcano...
Quién lo ha probado asegura que ve más allá...una realidad paralela, termas romanas perdidas en la noche de los tiempos...
Así que nos pegamos un buen lingotazo de licor de Odón, a ver si somos capaces de encontrar Les Gorraptes...o son ellas, igual, las que vienen a nosotros...nunca se sabe. ¡¡Por Odón!!
2 comentarios:
Pero que bien escribes... Lo mío contigo es un idilio intelectual con enganche de Titanio.
Sigue por ahí y tómate en serio. En el 2013 he leído... al pié de cincuenta libros o más. Te Juro, por Tutatis, que nada tienes que envidiar en cuanto a estilo, claridad, amenidad etc... a los mejores. En cuanto a imaginación, cultura, humanidad...etc, eres un Estradivarius. y un Amati juntos. ¡¡¡ Atrévete coño !! Vaya... ya me salió la vena grosera. perdón.
A ti te lo permito todo, mañico mio. Virtudes de buen entendedor tienes. Eso hace que tu opinión sea tanto más valiosa en cuanto procede del buen criterio. Besazos.
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