lunes, 1 de junio de 2020

METEOROLOGÍA RELIGIOSA

114 litros por metro cuadrado han caído en el mayo sisquellano. Todo muy verde, pero también muy pinchante: los cardos y las espigas florecen por doquier. Qué  irregular es el Mediterráneo...un caos en todo.
Para remediarlo, desde antiguo se aplicó el yugo religioso a las díscolas testuces atmosféricas.
En tiempos no demasiado lejanos, se rezaban novenas, rogativas, Tedéums y se sacaban santos, vírgenes y Cristos en procesión. Acudían gentes de los pueblos vecinos con banderolas representativas y entre gritos exaltados rogaban porque el agua bendita del cielo cayera. De sonado recuerdo es el año 1905, el Año del Hambre, en el que se realizó una procesión: los dos años siguientes fueron de cosechas exuberantes. Otra fecha a rememorar es el 11 de abril de 1986, cuando la procesión que se hizo sacando al Santo Cristo de La Granadella no fue tan eficaz: llovió un poco durante la procesión pero por la noche una fuerte helada mató las almendras.

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