lunes, 21 de diciembre de 2020

¡DALES CAÑA, CORONITA!


Para arreglar un camino no hace falta arrasar los pocos árboles decanos que lo flanquean y que daban la poca sombra de la que se puede disfrutar en esta zona en verano.

No hay conciencia ecológica alguna. Sólo el poder de un cenutrio manejando una retroexcavadora. 

Los humanos sólo saben matar, matar y matar constantemente.

Pues bien: que lo muy pequeño, lo minúsculo, sea el vengador de la soberbia humana.

Dales caña, Coronita. Sin perdón.

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