No es por acojonar, pero Stanley Meyer, inventor de un motor de agua, murió el 21 de marzo de 1998 fulminado durante una cena con su familia en un restaurante, oficialmente de un aneurisma; pero se levantó gritando"me han envenenado" antes de caer muerto.
Había rechazado "ofertas" de lobbies petroleros: dijo que su motor era para el bien de la humanidad. A los 57 años, muerto.
Había mostrado su motor en varios programas de televisión, adaptado a un buggi. Gastaba 2'4 litros de agua para 100 km.
La policía estuvo investigando su muerte 3 meses.
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