Después de tantos años de exposición al sol, al viento, al frío y al calor, tengo la piel de las manos muy maltrecha. He comprado en una paradeta de una feria medieval esta crema regenerante con caléndula y rosa mosqueta que es muy untuosa y por lo menos evita que sienta la piel de la cara y de las manos tan reseca como un estropajo, porque la base es manteca de karité.
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