De hecho, el cementerio de Margalef está orientado de cara al pueblo, de manera que se puede apreciar cómo las casas están agrupadas alrededor de una roca. Sobresale de entre las viviendas y es en verdad el centro de gravedad del núcleo urbano.
Margalef y sus piedras. Otra está en el camino, a la vera de una fuentecilla que está cerrada, pero a escasos metros del río Montsant, que baja plácido, aunque cubierto el cauce por restos de cangrejos de río. Esto también lo hemos visto en la zona de equipamiento infantil: todo el suelo de gravilla con trozos de cáscara y pinzas de cangrejo. Extraño misterio.
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