En casa de unos amigos hemos sido obsequiados con estas delicias: pastel de atún, butifarras con alioli especial Gerard y licores con solera (Ponche Caballero en concreto. Con tanta solera que la botella está perdiendo el presto metálico que caracteriza a su presentación. Yo creo que era de allá la época de Tutankamón, siglo más siglo menos).
Pues mira, estaba todo tan sumamente delicioso que puedo decir que hacía tiempo que no comía tan a gusto, con tantos sabores. Acostumbrada yo a mis frugalidades...
-Menos contención y más degustación, que si no, el estómago se atrofia y luego sólo se pueden comer raicillas y bayas silvestres.
-Ciertamente. ¿Hacen unas ocas rellenas al estilo egipcio, Xènius de mis entretelicas...?
No hay comentarios:
Publicar un comentario