Nacimientos y muerte. Es el eterno retorno de la vida sobre sí misma. Una de nuestras gallinas se muere: estaba ya algo malita y el gallo, esta mañana, la ha montado y le ha hecho daño. Estaba en el suelo, con las alas entreabiertas. Podíamos haberla dejado en el suelo, pero la recojo. No sé si mi abrazo representará algún consuelo para ella, pero me mira, con su ojo rojo y abierto de ave. Se reclina sobre mi pecho, y respira, agotada, sus últimos aires. Con su pata me coge los dedos: aprieta.
Se muere la gallina: pero al igual que la acompañamos -y nos acompañó- en vida, la acompañamos en la muerte.
2 comentarios:
Oh...ho sento...quina pena pobreta.
Ha tardat tres dies a morir, hem estat alimentant-la amb farina fina i aigua, però no l'hem pogut salvar. Una vegada vaig poder refer una, però de cada deu que s'intenta. Les aus quan emmalalteixen...solen morir, per molt que les cuidis i els hi donis remeis.
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