Todo en este plato está recién cogido de nuestra huerta: tomates, calabacín, pimientos (un capricho de Josep, aún están pequeñillos) y cebolla. Cortados a trocitos y pasados por la sartén, fritos con aceite sisquellano. Y el toque anterior a su ingesta: pimienta y pimentón rojo marroquís.
Os aseguro que es magnífico. Naturalmente, Josep no tiene bastante: se hace un segundo plato carnívoro. Yo, con un buen plato de este pisto sisquellano, ya he comido.
Se nota enormemente si la verdura es propia o comprada: no tiene ni punto de comparación el sabor, la textura. Plantad, de verdad, aunque sea en pequeñas macetas, vuestra verdura. Sabréis por vosotros mismos a lo que me refiero.
1 comentario:
Lo se.....lo se....
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