¡POR LOS CLAVOS DE CRISTO!

Dicen los que han viajado a Tierra Santa que por las calles de Jerusalén desfilan peregrinos que, emulando a Nuestro Señor, trasiegan cruces y  maderamens diversos por aquellas vías penitenciales para expiar sus pecados...

-Es que los humanoides tenéis cada afición...

-A unos les da por los crucifijos, a otros por los huevos tenga, (no os perdáis el video ¡¡¡¡), Xènius, chico...

No hace falta ir tan lejos para sufrir en propias carnes los ritos de purificación: bástenos una escaleta o banc que pesa un huevo (esta vez no tenga) y que hay que ir trasegando de olivo en olivo, para quedar penitencialmente baldados y pecaminosamente purificados.