Queridos todos, seguramente algunos de vosotros os hayáis preguntado: ¿qué será de aquel vino sisquellano que se estaba gestando en aquel ínclito lugar?
Pues en este caso no se cumple el dicho anglosajón que reza no news, good news: nuestro silencio se debe al hecho más prosaico de que ni blanco ni tinto han salido adelante. El blanco parecía aguarrás y si bien el tinto apuntaba maneras, ha pasado a tener un sabor cetónico imposible. Faltaba material y oficio.
Pero otra añada comienza, otra nueva aventura vinícola, abriendo horizontes frescos y novedosos. Es lo que tiene la naturaleza, que sabia no es, pero a cachonda no la gana nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario