domingo, 13 de agosto de 2017

MONZON TEMPLARIO (I)

El castillo de Monzón es como una cebolla: capa sobre capa. Moros, templarios y lugareños decimonónicos han dejado su huella. Pero la torre, imperiosa, resalta sobre todo lo demás.

Túneles. Hay tres: uno en la cripta de la iglesia, otro en la sala de habitaciones y un tercero en la torre donde estuvo alojado Jaume I.



Alfabetos: marcas de cantero. Dibujos geométricos, arabescos.

Agua. Aprovechando la lluvia. El Temple sabía.
 El agua de lluvia se recogía desde los tejados y era canalizada al pozo.

Non nobis domine.

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