jueves, 6 de febrero de 2020

NILÍN AGRIDULCE


Hace años, a poco de vivir aquí, bautizamos el riachuelillo del barranco siguiente hacia el sur como Nilín. Bajaba agua por aquel entonces, poca pero constante. Encontramos incluso una pequeña fuentecita escondida. Esta vez, se oye el ruido del agua desde lejos. Y allí que vamos, para ver disfrutar a la Guardia Perruna nadando en las profundas lagunillas que se forman, tan alegres por inhabituales, por inesperadas. Nos mojamos el calzado, saltando contentos de una a otra orilla.
Lástima que unos pocos metros a la derecha de la imagen, el bosque, cortado a tajo, está completamente quemado.

No hay comentarios: