martes, 27 de febrero de 2024

EFÍMERO


 En verdad, los mandalas están hechos para ser efímeros. Horas y horas están haciéndolos con arenas de diferentes colores; una vez acabados, un soplido o el paso de una mano con ligero gesto lo desbarata todo: las arenas, que antes eran cada una de un color, se revuelven para formar una mezcla ya inseparable. 

Me pregunto cómo sería el mundo si desde pequeños nos hicieran ver que en efecto, todo es efímero. Todo puede cambiar en un segundo. Un hombre que se cae de una escalera mientras tú estás preparando huevos fritos, una niña que tropieza y se da un golpe en la cabeza, un toldo al que se le prende fuego, un camión vuelca sobre un camping, una riada se lleva una zona de acampada, una flor a la que el viento arranca los pétalos...¿cómo sería un mundo en el que comprendiéramos desde pequeños que no hay seguridad alguna, que todo es azaroso? Más conscientes de las cosas seríamos, sin duda, y pienso yo que más felices, también.

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