Y es que el plan es claro:
- eliminar el máximo número posible de ancianos, personas enfermas, jubilados y pensionistas mediante retrasos en pruebas diagnósticas, altas prematuras y praxis "rapiditas".
- conseguir el mayor número de mano de obra barata que roce la esclavitud si es posible atrayendo la inmigración.
- privar al máximo el acceso a cualquier recurso vital (vivienda, alimentación saludable, salud mental...)
Hace años que la teoría de la conspiración anunciaba estos postulados, pero claro, quién va a pensar que esto sea real. Y ha pasado el tiempo y vaya si parece real...
Ante esto, la aventura. Aún más arriesgada, más salvaje, más lejana, más peligrosa. No os dejéis atrapar por el plan de la mala leche continua, el desasosiego y el "ajo y agua", la precariedad: buscad, aunque sea muy lejos de Europa, la libertad. Porque si no, se os pone cara y talante de mala leche y estáis creando una sociedad de "escocidos". Y no hay buen talco.
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