sábado, 30 de agosto de 2014

CUANDO LO COTIDIANO ES UN LUJO

Es verano pero en los Pirineos hace frío por la noche; frío y una humedad gélida que lo empapa todo y hace que los caracoles, las babosas y otros seres de agua pululen sobre la tienda...inquietantes sombras chinescas que se tornan amables cuando se les conoce: no hay nada que temer, son los seres de la húmeda floresta que nos saludan. Es en estas circunstancias, después de una noche algo incómoda- suelo duro, frío en las piernas, algún que otro despertar para que no nos sorprenda el amanecer del vivaqueo- cuando realmente se valora como un lujo lo cotidiano: un café con leche y una pasta en la granja-bar de Barruera...esperamos en la puerta, ateridos, hasta que abren a las 8 y media de la mañana. La espera es algo tensa: el sol tarda en asomar tras las enormes moles montañosas. En otras laderas, más abajo, ya hace rato que calienta en la solana...pero en la umbría del salencar, aún tardan en llegar sus cálidos flujos. Un café con leche caliente...qué bueno es disfrutar como si de un lujo se tratara de lo cotidiano.

2 comentarios:

Juli Gan dijo...

Si vivir a gusto tampoco es tan caro. :) Bon profit.

Robin dijo...

Gràcies. Si vivir bien es tan sencillo...