Cuando vinimos a vivir aquí, en el año 2010, la crisis económica empezaba a enseñar su cara más horrorosa. Nos preguntábamos entonces cuándo llegaría el Apocalipsis.
Abordábamos por aquellos tiempos los temas del Bien y del Mal. Es hora de reflexionar nuevamente sobre ello.
¿Cuánta gente buena se ha quedado atrás? ¿Sirve de algo hacer el bien y ser buena persona? En un alto porcentaje de casos, parece que no. Hemos sido testigos de injusticias, de desastres, de pequeños y privados Apocalipsis personales.
La gente se ha cansado de ser buena, trabajadora, justa. Porque no sirve para nada. Y así lo expresa cuando puede: qué nerviosos están todos con Trump...un totum revolutum que sacude lo establecido. Pensemos: por muy bizarro que sea, si el establishment se pone nervioso, por algo será...quizás convenga...las políticas sobre inmigración serán discutibles, pero es que es hora de quitarse las caretas y, efectivamente, discutir y dejar de parapetarse en lo políticamente correcto. Lo que hay a nivel económico no sirve: castra, ahoga y mata.
Bienvenido, Mister Trump...déles un poco de su propia medicina...y al que no le guste, ¡que se mueva de una vez!
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