Le llaman "el aire acondicionado de los pobres". Se necesita un cartón del tamaño de la ventana donde queramos colocarlo y tantas botellas de plástico de 2 litros de capacidad como quepan si las situamos unas junto a otras por la parte del tapón. Éste servirá, después de haberlo cortado para dejar libre paso al aire, para asegurar por dentro las botellas y que no se caigan. Las botellas van cortadas por la mitad. El principio de la refrigeración se basa en que el aire es captado por la parte ancha de los envases y se acelera al pasar por el estrechamiento del cuello de botella, enfriándose. Aseguran un descenso de 5 grados en la temperatura interior respecto a la exterior. Lo comprobaremos.
Hemos dejado las etiquetas para que se vean las medidas de las botellas, pero sin duda queda mejor sin ellas.
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