lunes, 15 de julio de 2019

DE PINAR A ENCINAR SIN TALAR NI UN ÁRBOL

Está claro que hay que cambiar los pinares por encinares. Pero las administraciones no dejan cortar ni un árbol, aunque seas el propietario del bosque, lo cual refrenda que estamos en un postfeudalismo en el cual los siervos simplemente mantenemos y gestionamos los bienes de la casta. Pero hay un truco. Os lo explico.
Se pueden plantar plantones de encina entre los pinos. De hecho es ideal, porque el pino protege al incipiente arbolillo dándole sombra y amparo. La encina tardará en crecer pero crecerá, y entonces -siguiendo una de esas leyes naturales que dan yuyu y que confirman que la visión de la bondad natural es una camama-, entonces la encina se cargará a su pino protector tumbándolo, pues su sistema radicular y su tronco son más potentes que los de la arbórea conífera. Y así harán todas. Cría cuervos (o lo que es lo mismo, cría encinas). Pasarán algunos años, pero como el que no quiere la cosa y en secreto, el pinar será un encinar. ¿Tú has visto algo? Yo, no...

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