He dedicado esta mañana a recolectar semillas de los hinojos. El trabajo es lento, pero agradable, porque el olor anisado te rodea y te alegra. Por el cielo transitaban nubes grises y azul cobalto, veloces, porque el viento en altura las empujaba. A ras de tierra había calma.
He conseguido 120 gramos de semillas. Para tomarlas, se infusiona la cantidad que cabe en una cucharadita para una taza y se toma dos veces al día.
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