El heléboro negro, que ya de entrada suena a hierba brujeril, era empleado por nuestra santa favorita para sanar los siguientes males:
-comiéndolo a menudo, cura las adenopatías o inflamaciones de los ganglios linfáticos, las fiebres cuartanas y el reúma invalidante.
-picado fino y añadido a vino caliente cura los ardores de estómago y la ictericia. Se puede endulzar con miel.
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