Como ya os comenté, muchachitos de Sherwood, esta temporada me voy a ceñir a lo estrictamente resistente. Ya he hecho bien en no plantar habas, mal que me pese, porque ya apuntaba maneras la sequía, que se ha anclado en la zona cual garrapata sedienta. Tampoco planté guisantes. Sí puse unas cebollas que tardan milenios en engordar. Lo que sí aguanta son las espinacas y las acelgas. Con estas dos verduras ya se puede sobrevivir. He vuelto a plantar tomates y pimientos en el semillero, más por nostalgia que por otra cosa. Este año plantaré tomates, berenjenas y pimientos, pero con una técnica que ya os explicaré.
No hace falta decir que está todo amojamado. Los pinos se secan a pares. Si hubiera plantado habas y guisantes tendría que estar regando como loca. Ya no. Huerto de supervivencia es también huerto de adaptación y de reposo.
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