Pues me he dado cuenta de que desde hace tres años hemos dejado de hacer un montón de cosas a causa del cambio climático que antes eran parte fundamental de mi vida. Recordaréis la cantidad de alimentos que llegamos a tener al principio de vivir aquí: conserva de tomate (que duraba dos o tres años, de la cantidad que recogíamos), conserva de samfaina, mermelada de higos, mermelada de moras, dulce de membrillo, compota de manzana, almendras...de todo esto, hace ya dos años que no puedo guardar en el rebost. Y suerte que tenemos aceite de la temporada pasada, porque este año no hay olivas.
La nostalgia a veces tiene fundamento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario