martes, 31 de octubre de 2023

PELIGRO EN EL CAÑAMAR


 No sé de qué se extrañan las fuerzas del orden: respecto a la proliferación de las plantaciones de cáñamo en tierras tarraconenses hay suculentos antecedentes; la costumbre viene de lejos. De hecho, ya en tiempos pretéritos hay constancia en estos lares del uso de pipas de barro cocido como las que se usan hoy en día para fumar estupefacientes en Marruecos. Están museizadas y todo.

Los cañamares abundaban. Y se conoce que pasar cerca de ellos en momentos calurosos y veraniegos era mala cosa, porque de todos es conocido que los efluvios que emanan las plantitas dichosas son desafortunados. En Tortosa, se sabe que si una madre que está dando de mamar a su criatura pasa cerca de un cañamar, el bebé se empachará. Pero se conoce el remedio: basta con que la madre lleve una ramita de cáñamo en el pecho. 

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