La semana pasada tuvimos la oportunidad de ver la ermita de la Misericordia de La Fatarella por dentro, porque era la fiesta mayor y hacían misa.
En el muro que mira al norte hay un reloj de sol donde un dragón se encarga de marcar las horas según el arcano paso del sol. Es además el guardián del pueblo, pues desde su muro domina la población.
Por la tarde asistimos al partido de fútbol entre el equipo local y el Calaceite. Acabó con buen criterio por parte del árbitro después de que el equipo visitante ganara 1-2, el último gol de penalti porque se estaba poniendo bravo el partido y los jugadores parecían croquetas rebozadas de tanto rodar por el terroso campo de juego.
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