A la altura de noviembre que estamos es casi -qué leches casi, es- orgásmico seguir recolectando pimientos choriceros. Se plantaron tarde pero a buen resguardo siguen dando frutos. El contraste entre el azul del cielo y el rojo de estas pulpas tan valoradas en Euskadi y Navarra da una energía electrizante que puede transformarse en genital génesis de impulsos. Sólo por ingestión...no en uso externo...en qué estaréis pensando...ayyyy...
8 comentarios:
La foto un poco en plan "A Dios pongo por testigo que nunca pasaré Jambre!".
Eso sí, estos choriceros son dignos de pertenecer a la patria vasca!
Es que hay que reconocer que los vascos tenéis buena materia prima...de riesgo...
Aquí siempre se escuchará decir: "Mejor que sobre a que no falte" y creo que lo cumplimos a rajatabla...
Yo creo que en el exceso responsable está la virtud, mira lo que te digo...
Eso siempre, la responsabilidad y la cordura por delante. Es como en los buffets, todos a lo bestia a comer hasta la indigestión... "come come que ya que pagas..." Se escucha decir... Y al final el resultado es pagar para que algo te acabe sentando mal.
Próximamente te desvirgaré de buffet libre también.
Después de hacerlo con la gastronomía tradicional catalana, sé que contigo en estos temas debo estar abierto a todo sin ningún problema!
Déjate guiar en estas gastronomías como yo me dejo guiar en la sabiduría norteña de la buena mesa y el mejor yantar.
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