Rodeados de heroismos varios, podemos concluir que la amenaza fantasma del virus del ébola (ebòla, como dicen en català, curiosamente siempre a acento cambiado) ha sido neutralizada satisfactoriamente por nuestras huestes sanitarias. Si bien es necesario remarcar que ha sido gracias al timón firmemente asido por nuestro gobierno hispánico al que debemos este triunfo y a quien hay que felicitar. Y es que, desde que ellos decicideron tomar las riendas de la situación, los sueros han funcionado, los antivirales se han puesto las pilas y los trajes con escafandra ajustan a la perfección. Hay que ver, qué grandes...
La cuestión es que, cosas que en otros países son letales, al llegar al mundo civilizoide pierden virulencia y se atemperan. Se ve que la buena vida y la sociedad del bienestar amansan las fieras. Es de agradecer que gripes aviares, salmonellas cagalerizantes y viruses sodomizantes se calmen y decidan transformarse en plagas menos bíblicas. Gracias a todos. Respiramos tranquilos...????? !!!!!!
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