Como bien he dicho ya, yo soy de cocina simple pero efectiva y rica. Así que con unos buenos pollos en la mano uno piensa y piensa a ver qué se puede hacer y a veces no hay que pensar tanto y tirar de algo tradicional y muy sencillo para que sea agradable en el paladar y darle un toque distinto de vez en cuando.
En este caso la sencillez es máxima, pues a estos muslos de pollo se les ha salpimentado, le añadimos un golpecito de pimentón, dulce en nuestro caso, rallamos semillas de cilantro en sustitución de jugo de limón y aprovechamos que tenemos perejil disponible para coger directamente fresco de la mata para darle un toque personal y sisquellano. Se ponen a freir en aceite de oliva, sisquellano también y un poco más tarde se le añade el vino blanco, sin mediciones, hasta que se vea que cubre el fondo de la cazuela. Se deja consumir un poco el alcohol y listo.
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