martes, 10 de febrero de 2015

ROMESCU A OJIMETRO

Para hacer un buen romescu no hace falta receta de cantidades, sino de ingredientes. Aquí funciona el ojímetro, que permite cocinar con relajación y quizás con no tanto pijerío pero con más fundamento. Por lo tanto, mezclamos en un mortero dos dientes de ajo tostados, un buen puñado de almendras torraditas sin necesidad de sacarles la pielecilla marrón, la pulpa de dos ñoras en remojo unas cuantas horas para desprenderles la piel, un trozo de miga de pan tostada, un bote de tomate ligeramente frito, un chorro de vinagre, el doble de aceite, y a majar. No hace falta mucho tiempo: la salsa liga con facilidad. Y es nutritiva como pocas.

2 comentarios:

Mikel Postigo dijo...

Es lo que tiene la cocina rural, que es más sencilla, más cómoda... y no quiere decir que sea insulsa.. anda que no está buena la calçotada que hicimos!

Robin dijo...

A ver si te atreves con una clotxa...