¿Acaso podremos gozar de fermentados alcohólicos tibetanos? ¿Disfrutaremos de deliciosas bayas asiáticas exóticas? Pues no.
Polygonum aubertii, la viña tibetana, es una de esas especies que pone de los nervios a los puristas conservacionistas: una invasora importada para jardinería que ha saltado las vallas y crece por donde le place, a una velocidad comparable a la de los fotones. Ideal para opacar mórbidas miradas vecinales, ahora esta Poligonácea campa a sus anchas. Adelante.
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