Los días se prolongan; los atardeceres son hermosos. Las habas y los ajos crecen lustrosos por la lluvia. También lo hace la hierba, pero hemos decidido seguir con la práctica de cortarla, no de chapearla, porque la cubierta verde retiene la humedad.
Qué placidez...
Eso sí: revisión garrapatil al llegar a casa, porque la placidez alcanza también a otros seres algo molestos que proliferan con ardor.
2 comentarios:
Después de podarlo todo en invierno, los brotes salen alegres y vigorosos. No tenía tanta flor el olivo de mi casa hacía años. Y el jazmín por fin tira para arriba. :) Que siga todo así de bien.
Gracias Juli Gan. Son bien recibidos tus buenos deseos. Y de vuelta te enviamos los nuestros.
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