domingo, 21 de mayo de 2017

AMAR LO QUE SE HACE

Pienso sinceramente que muchas enfermedades son producto de nuestro estado anímico. En mi caso, la apendicitis así lo ha sido. Necesitaba expulsar de mí algo que había integrado como propio sin serlo. La decepción debilita el sistema inmunitario y el organismo cae, agotado, vencido.
Había que extirpar el arraigo.
La convalecencia sirve para saber quién tienes al lado. Su temple, su valía. Extirpar significa crear nuevos tejidos, regenerar. El símil de la puñalada es válido. Algo te ha herido, dentro, muy dentro de ti: debes sanarlo.
La vida es hermosa y me he dado cuenta que la amo. Amo lo que hago. Amo a mis animales, a mis plantas.
A mis amigos. A Josep.
Josep a mi lado. Soportando mi dolor, mis lágrimas, mi miedo. Curando mi herida, a pesar de que le impresiona la sangre y las cicatrices. Organizando todo para que los animales estén atendidos a la par que él cumple con sus obligaciones laborales. Un coloso.
No es fácil un postoperatorio autosuficiente en medio del monte: la herida supura, hay dudas sobre ir o no al hospital...abrazos, besos, cariño.
Amar lo que se hace es la clave. A pesar de que a veces dudemos, de que pensemos en dejarlo todo, en ir...¿a dónde? Mi casa soy yo. Y todos los que me rodean.
Y los amo a todos. A todo.
Y siguen las Aventuras...

4 comentarios:

Candela. dijo...

Estoy contigo Robín, a veces nos suceden cosas que pueden ser del destino o de la casualidad pero que ambas nos sirven para saber lo que necesitamos,lo que tenemos, a quienes tenemos , a los que no tomamos en falta y sobre todo y lo más importante para mi, descubrir lo que queremos, hacer lo que nos gusta, aceptar las dificultades para poder solventarlas con paciencia , calma y ain que nadie nos pise los talones. Eres muy fuerte y lo has demostrado .
Muchos besos y que mañana salga todo bien . Saludos también a Josep.

Robin dijo...

Gracias amiga mía. Y es verdad que también me amo a mi misma: estoy orgullosa de mi porque sé qué nivel puede llegar a alcanzar mi sentimiento. Me gusta cómo soy.

Laura dijo...

Olé por tomar conciencia de todo esto y saber expresarlo. Y un súper olé por ese "me gusta como soy". Además gracias por compartirlo a través de tu blog. Y muy bonito tu agradecimiento hacia Josep (me ha emocionado, sí).

El huerto como una comunidad de seres vivos que unos años se expande, otros se contrae, según la energía que se le pueda dedicar, y hay circunstancias en la vida -como la que ahora os acontece- que necesitan que les dediques mayor parte de tu energía a ellas y menos al huerto. Qué te voy a contar yo, vamos... Entiendo tu sentimiento de impotencia y deseo que tu ánimo vuelva a brillar. Tal vez podáis pensar cómo ajustar el huerto este año. ¿Escalonar la plantación de las hortalizas que lo permitan? O sea, hacer un avance de huerto ahora que "garantice" unas provisiones basales, y según se pueda ir ampliando. Ánimos a puñados para los dos

Robin dijo...

Gracias Laura. Pues pienso que la siguiente entrada te va a gustar...